ELECCIONES ANDALUZAS 2 D
CARTA ABIERTA A MI
TOCAYO SÁNCHEZ PRESIDENTE DEL GOBIERNO
Barcelona 6/12/2018
Hola presidente,
hola tocayo, permíteme que me dirija a ti con tanta familiaridad, me he tomado
esa liberad por el hecho de que tenemos el mismo nombre y por qué aprecio tu
hazaña de haber sido capaz de resucitar de entre los muertos políticamente,
hecho este, que parecía inaudito si tenemos en cuenta la forma tan vil con que
se materializó tu asesinato político en fechas no muy lejanas.
Si esta
familiaridad y el tuteo con que me dirijo a ti no es de tu agrado, te pido
disculpas por anticipado, tomaré nota y en las próximas misivas te daré un
tratamiento mas respetuoso y acorde con el cargo que ostentas.
Tocayo, fuiste capaz con tu comportamiento honesto y
cabal, de ilusionar a miles de socialistas, unos de militancia y carné, otros,
de corazón a la izquierda y sangre roja, ¿Qué culpa se tiene de eso nadie, si ya
se nace con ambas cosas así?
Tocayo, yo, que me tengo por una persona tranquila y
serena, que no se altera con facilidad, mira tú por donde, durante estos días,
mi corazón está muy alterado y mi sangre caliente.
No cal que te preguntes porqué, pues te lo voy a
explicar lo mas concisamente que sea capaz.
Tocayo, este estado de ánimo, tan ajeno a mi
persona, viene motivado, ni más ni menos, que por el horrendo resultado de las
elecciones que han tenido lugar en mi patria chica el pasado domingo dos de
diciembre.
Tocayo, ¿Cómo es posible que este hecho tan horrendo
haya pasado? ¿Cómo es posible que se haya diluido, cual azucarillo, ese enorme
capital de ilusión que fuiste capaz de levantar en todos los corazones socialistas?
¿Por qué ha vuelto a cundir el desanimo entre los
socialistas de corazón a la izquierda y sangre roja?
¿Cuál ha sido el motivo por el cual, una mayoría de
electores le han dado la espalda a un hecho de tanta importancia, como es la
elección de todos los que nos tienen que representar para buscar soluciones a
nuestros problemas diarios?
Tocayo, ¿Se pensaban los candidatos que ha
presentado tu partido que iban a ganar sin bajar del autocar? Como decía un famoso
entrenador de futbol de los años cincuenta.
O quizás, ¿Se pensaban que los electores somos unos
ilusos con los que se puede jugar como si fuéramos pelotillas de ping pong, que
se pueden tirar de un lado a otro de la red dándole raquetazos cada vez más
fuerte?
Tocayo, en resumen, ¿Qué ha pasado? No me lo puedo
explicar, haber si tu que ere una persona con más entendimiento que yo, me
pudieras sacar de este aturdimiento, que hace que no vea con claridad el futuro
que nos aguarda, no a mí, -yo ya tengo mi carrera hecha y casi finiquitada-,
sino a mis descendientes y a tanta buena gente que llena este hermoso país.
Tocayo, te estuve viendo y escuchando cuando viniste
a la Fabrat i Coats más que mirarte a ti, miraba las caras y los ojos de los
asistentes, en todas había una expresión de esperanza y en todos los ojos
brillaba la emoción ¡La alegría y la emoción del cambio que tu representabas!
Tocayo, si es cierto y no puedo por menos que
reconocer que has movido muchas cosas, lo cual es de agradecer, también es
cierto que la tarea que tenias y tienes por delante es ingente, pero una vez
puesta la cubierta del edificio, hay que dedicar algo de tiempo y medios a
limpiar el escombro del interior, pues si no se hace, no puedes terminar la
obra en el tiempo previsto y con la calidad desea.
Tocayo, a mi pobre entender creo que te
precipitaste, al querer terminar la ciudad ante de haber acabado tu edificio y si
ya es muy difícil hacer un buen edificio, huelgo decirte, lo difícil que será
el construir una buena ciudad.
Tocayo, como muy bien dice el refrán, el que mucho
abarca poco aprieta pues eso creo que te ha pasado a ti, has querido solucionas
muchos problemas de golpe y estás desbordado por los acontecimientos, no dudo
ni por un momento de tus buenas intenciones, pero para librar esa lucha te has
revestido con una armadura tan desastrosa, que no te sirve en absoluto para
evitar los sablazos que te dan día sí, día no y el de en medio también.
Tocayo, me tomo el atrevimiento de decirte que con
esos mimbres que tienes, tu canasto va a nacer con el culo podrido, por más que
te guardes los mejores mimbres para que el borde y el asa te salgan bonitos, el
canasto no te va a servir para nada, lo único que vas a conseguir, es quedarte
sin higos y con la higuera vacía y los pocos que queden en ella o estarán
verdes o podridos por haberlos picoteados los pájaros.
Tocayo, de verdad que no te entiendo, supongo que tu
forma de actuar se debe a alguna estrategia que solo tu conoces, tu y tus
colaboradores más cercanos, quiero pensar que es eso, pues como te digo, no se
comprende tu actitud, ni yo y a la vista de los resultados de estas elecciones,
ni la mayoría de los votantes socialista que han obstado por quedarse en su
casa, antes de ir a renovar su confianza en el partido socialista.
Tocayo, permíteme para terminar, que te haga un par
o tres de sugerencias, a ver si son de tú agrado.
1ª) Apóyate en el mismo pilar que te apoyaste cuando
decidiste resucitar de entre los muertos políticos, no te de miedo, ese pilar está
anclado a mucha profundidad y tiene tal envergadura que es imposible moverlo o
arrancarlo y el que lo intente está condenado al fracaso.
2ª) Haz valer tu fuerza, que es mucha y muy
abundante, esa fuerza que te aupó al olimpo de los Dioses socialistas, a pesar
del empuje de los diablos que campan a sus anchas en el universo socialista
español.
3ª) No tengas miedo, se fuerte, no temas romper
algún jarrón chino de los muchos que tienes a tu alrededor, que los jarrones
quedan bien para lucirlos en estanterías barrocas, pero si tienes tantos y las
estanterías están tan llenas, que te impiden darte la vuelta, pues no pasa nada,
si al quitarles el polvo con el plumero, con el codo, tocas alguno sin querer y
al caer al suelo se hace añico, créeme es mejor tener pocos y relucientes, que muchos sucios.
4ª) Haz una profunda limpieza, abre puertas y
ventanas, que entre le aire fresco y se ventila la casa, de norte a sur, de
este a oeste y de arriba abajo, deshazte de la mochila que llevas llena de
cosas obsoletas, llénala de nuevo con ideas, cerebros y personas nuevas y
aparta a quienes se han apoltronado en sus cómodos sillones y ya verás como el
resultado será satisfactorio para todos.
Y, por último, ya sé que tú eres como el junco, que
se curva para resistir el vendaval, sin embargo, hay otras ocasiones que hay
que ser firme como la roca dura, que doma y resiste los embates de las rabiosas
olas sin moverse ni un ápice de su sitio.
Tocayo, ya no te canso más con mis tribulaciones,
muchas gracias por tolerar el haber abusado de tu paciencia y tu tiempo y si te
has sentido molesto u ofendido por algo de lo que te he dicho, te aclaro que
nada más lejos de mi intención de que ello sucediera, por lo que te pido mil
perdones.
Sin más, recibe mi más cordial saludo, quedando a tu
entera disposición.
Pera H.
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