Hay una bonita fuente,
De donde mana Clara, cristalina y pura
Un chorro de felicidad.
Justo al pie de la fuente,
Creció una mata de claveles
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Embellecieron la fuente.
De la mata de clavel
Al borde de la fuente
Un frondoso tallo se asomó
En la punta del tallo
Un rojo y bello clavel brotó.
El rosal sintió celos
Cuando vio tan bella flor,
Y para no ser menos
Uno de sus tallos
A la fuente se asomó.
Aunque no era primavera
Una rosa primorosa
En aquel tallo floreció.
Su delicado aroma
Su fragancia y su rojo color
Eran tan bellos e intensos
Que el clavel palideció.
Al llegar la noche…
El jardín en silencio se quedó
Solo se oía el murmullo de la fuente
Donde manaba a raudales
El chorro de felicidad.
Al amanecer el día,
El rocío de la mañana
Al clavel y a la rosa, regó
El clavel recuperó sus colores,
Y con las gotas de rocío
De terciopelo, la rosa se volvió.
Ahora, el clavel y la rosa,
Juntos adornan la fuente.
¡El jardín más hermoso está!
Pues con el olor del clavel
La fragancia de la rosa
Y la felicidad, cristalina y pura
Hacen que se haya convertido
En un vergel del Edén.
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