LEALTAD y RESPETO
(CARTA ABIERTA AL SR. JAVIER FERNÁNDEZ)
BARCELONA 16/01/2017
Muy
Sr. Mío:
En
primer lugar, permítame enviarle mi más cordial saludo, permítame también que
le exponga el motivo por el cual me dirijo a Ud.
Dicho
motivo es reflexionar, sobre sus gentiles palabras pronunciadas durante la
reunión que ha mantenido Ud. con sus
compañeros de partido recientemente, de las que se han hecho eco la mayoría de
medios de difusión de nuestro país incluso en las redes sociales, en formato
PDF.
Afirma Ud.
que es de los que creen que los problemas políticos se dividen en dos:
Los que les preocupan a Uds. -a los políticos y su entorno mediático- y los que
preocupan a la gente en general.
Debe
de ser, por eso, por lo que se han preocupado Uds. más por los primeros que por los segundos.
Solo así se en tiende, que problemas tan acuciantes como, por ejemplo, las
largas listas de espera para ser atendido de una enfermedad, sigan siendo tan
enormes, u otras no menos acuciantes como la de las personas mayores de cincuenta
años, que pierden su puesto de trabajo, y no ven salida a su situación laboral
solo le cito dos de los muchos problemas, que sufrimos, los que no tenemos ni tendremos, el honor de
ocupar puesto político alguno.
Bajo
mi punto de vista, creo que debería ser los segundos los que prevalecieran
sobre los primeros, no en vano, somos la gente común y corriente, los que cada
cierto tiempo decidimos con nuestros votos quienes suben y quienes bajan, claro
que, puede ser esto lo que más le preocupe a Ud.
y a su entorno, la posibilidad de que les bajemos del pedestal, al que
tanto les ha costado subir.
Nos
dice, que tiene Ud. dos convicciones:
Una, “Tiene que ver con la lealtad- transcribo sus palabras- y otra, que están
en la oposición.
Tiene
Ud. toda la razón, en primer lugar, se
ha de ser leal con uno mismo, con sus principios, con sus ideas y con la
palabra dada. Pues mire, en eso coincidimos plenamente.
Ni
más ni menos, eso es lo que hizo su predecesor en el cargo, mantenerse fiel a
sus principios, a sus ideas y a la palabra dada a sus votantes, a la mayoría de los votantes
de los que Uds. se acuerdan cada cierto
tiempo y de los que, se olvidan al día siguiente de haber terminado la campaña
electoral, los que ejercemos nuestro legítimo derecho a decidir, quien sube,
quien baja y quien es quien en eso de la política.
Me
voy a permitir recordarle que casi quince millones de compatriotas suyos- de un
signo o de otro- decidimos, que no queríamos seguir siendo gobernados por una
recua de corruptos y mucho menos por su jefe.
Esa
lealtad Sr, Fernández, es la que echamos a faltar, esa lealtad que Ud. reclama, es la que debían de haber tenido
presente todos cuantos maniobraron para saltársela a la torera.
En
cuanto a su segunda convicción, la comparto en su totalidad, es cierto, están
Uds. en la oposición, pero es una
oposición, en la que. a poco se pueden oponer, puesto que si tenían Uds. alguna fuerza, para ejercerla, la han perdido
en el mismo momento que miraban para otro lado, con el fin, de permitir que sus
antagonistas siguieran ostentando el poder.
Por
otro lado, afirma Ud. que no le cabe la
menor duda de que unidos volverán a gobernar, pues a mí sí me cabe esa duda, dudo
mucho que Uds. lo vuelvan a hacer en
mucho tiempo, creo que antes deberán reflexionar profundamente sobre muchas
cosas, una de ellas, lo que supone ser leal, que me parece que no la tienen muy
bien definida.
Habla
Ud. del derecho a ser escuchado y de la
libertad de opinión, coincidimos una vez más Sr. Fernández.
Haciendo
uso de este derecho a ser escuchado y utilizando mi libertad de opinión, es por
lo que, me tomo la licencia de dirigirle estas palabras, mientras que, al mismo tiempo me
acuerdo de todos los militantes de su partido, a los que el anterior líder
quería escuchar, para saber su opinión sobre los acontecimientos que se desarrollaron
meses atrás en nuestro país, algo que una mayoría de dirigente y compañeros
suyos no le permitieron, por eso escucharle hablar de estos derechos, como
mínimo me sorprende. Pienso que esos militantes, - yo no lo soy, aunque
simpatizo con ellos- tienen el mismo derecho a ser consultado y a expresar su
opinión como cualquier dirigente o exdirigente.
Comenta
Ud. que se han de medir las palabras,
mire Ud. lo que realmente se han de medir y milimétricamente, son los hechos, y
estos por parte de su partido, últimamente, dejan mucho que desear, al menos
desde mi punto de vista.
Pone
Ud. dos condiciones, para poder hablar,
no hacerlo en nombre de la verdad y no mentir; Pues siento discrepar con
Ud. -en algo debería hacerlo, ¿no…? -
creo que se debe de hablar con la verdad por delante y en nombre de ella, para
mí, quienes hablan empleando subterfugios para enmascararla, no me merecen la
más mínima consideración o respeto.
Es
cierto, no se debe mentir, en eso estamos de acuerdo totalmente, pues ,eso es lo
que han hecho, por activa y por pasiva, muchos de los dirigentes y exdirigentes
de su partido, mentir a los que le otorgaron su confianza en forma de votos,
para que entre todos pudiéramos recuperar el estado del bienestar, por el que tanto
hemos luchado y por el que tantos verdaderos socialistas de corazón se
sacrificaron. Nos han mentido Uds. cuando ni han intentado, ni han permitido,
que se intentara desalojar del poder a la panda de corruptos que han destruido
y siguen destruyendo, todos los derechos que con tanto esfuerzo habíamos
conseguido.
Nos
habla Ud. de historia, reprochando como
algo anómalo, el que un partido, que ha sido seña de identidad para mucha
gente, renuncie a los que los construyeron, es cierto no se deben de olvidar a
las personas que han contribuido a hacer grande y honesta a una organización
tan importante. ¡Qué quiere que le diga…!; Eso es lo que precisamente han hecho
Uds. olvidarse de su historia y de
quienes la escribieron, ¿Qué pensarían, por ejemplo: los Sres. Pablo
Castellano, Ernets Lluchs, Nicolás Redondo, el Sr. Peces
Barbas, o el “Viejo Profesor” al ver como con vuestro consentimiento sigue
ostentando el poder la derecha más recalcitrante?
Esos y muchos otros personajes anónimos, pero
no por ello, menos luchadores e importantes y a la historia que ellos representan,es a lo que han renunciado y
proscrito Uds.
En
fin, Sr. Fernández, podría seguir dando contestación a cada uno de los puntos
de su discurso, pero entonces esta carta sería tan larga e infumable como él,
yo también voy a terminar pidiendo respeto.
Respeto
para esos miles de votantes, a los que Uds.
han engañado y usurpado su voto, respeto para sus compañeros que no quisieron secundaron la mentira y la falta de lealtad a la que Uds. querían se sometieran.
Sin
más, por ahora, quedando a su entera disposición, me despido de Ud. reiterándole mi más cordial saludo.
Pera H.
No hay comentarios:
Publicar un comentario