Hoy mi estado de ánimo es una pura contradicción,
es la noche y el día al mismo tiempo.
Es una sensación
difícil de explicar, porque no se puede estar triste y alegre al mismo tiempo,
en el mismo instante.
O eso creía yo hasta el día de hoy, pero
no es así, se pueden tener ambas sensaciones a la vez.
Quizás sea por la influencia que sobre
nuestra persona están teniendo estos aciagos días que nos está tocando vivir.
No lo sé, ni me importa.
¿Por qué se da en mi este estado de ánimo
tan contradictorio? ¿Porqué me siento triste y alegre al mismo tiempo?
Porque tal día como hoy, hace dos años
ya -y parece que fue ayer- vio la luz por vez primera mi nieto Eloi, fruto del
amor entre mi hija política Judith y mi hijo Ismael, a los que les deseo, que
su amor sea tan eterno como el que nos une a su madre y a mí.
Por eso mi alegría es inmensa, porque en
estos dos años que Eloi lleva con nosotros, nos ha colmado de felicidad, nos ha
hecho reír, cuando Él ríe y llorar cuando Él llora.
Nos ha
llenado el corazón de un gozo infinito y de unas emociones que no se pueden
explicar con palabras, solo pueden sentirse en lo mas profundo de nuestra alma.
La llegada de Eloi a nuestras vidas supuso
un punto de inflexión en ella, que solo puede ser comparado, con la inflexión
que supone la llegada de un nuevo nieto a tu vida.
El
momento en que contemplas por vez primera la cara de esas nuevas criaturas que van
a entrar en tu vida sin remisión posible, cuando miras su semblante y te das
cuenta de que entre tus brazos tienes una cosa tan pequeña, tan indefensa y
piensas en todo lo que van a necesitar de ti esas pequeñas vidas que acaban de
nacer, sientes unas emociones que ya no puedes olvidar nunca, es cierto que
cuando nacen tus hijos, tus emociones no tienen límite, pero ver nacer a tus
nietos es algo sublime.
Y van pasando los días, los vas viendo
crecer, vas siendo cómplice de sus juegos, sus travesuras, consiguen de ti, lo
que nadie ha sido capaz de conseguir, ni siquiera a tus hijos les has permitido
lo que a ellos les permite, es algo incomprensible, pero es así.
¡Ese es el motivo de mi alegría y mi
dicha en el día de hoy! Mi nieto Eloi, cumple dos años.
Pero al mismo tiempo me siento triste,
triste por no poder estar a su lado, por no poder darle ese abrazo y ese beso
que con toda mi alma deseo darle más pronto que tarde.
Los desgraciados y graves acontecimientos
que se están produciendo en nuestro país en estos aciagos días, me lo impiden.
Y mi sentido
de la responsabilidad, me obliga a permanecer alegado de Él.
Mejor perder mi vida antes que, por el
hecho de permanecer unos minutos a su lado, por manos del demonio, pudiera
trasmitirle este maldito virus que nos está matando indiscriminadamente sin distinción
de credos, ni razas.
Por eso estoy triste y apenado, pero
hago un esfuerzo guardo mis lágrimas en lo más profundo de mi ser e impulso mi alegría
con fuerza, para que, desde la distancia, le llegue a Eloi todo el amor, cariño
y devoción que tanto su abuela Carmen como su abuelo Pedro sienten por Él.
Te pedimos perdón por no estar a tu lado,
en este bello momento para ti, pero desde la distancia te mandamos nuestros enormes
deseos de… ¡FELICIDAD, PAZ Y AMOR, ELOI! ¡UN ABRAZO INMENSO Y UN BESO ENORME EN
TU CARA DE ANGEL!
Te lo mandan tus abuelos, Carmen y
Pedro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario