En esta Gacela el maestro de poetas Federico, nos habla de una muerte negra y dulce al mismo tiempo, como si fuera un sueño.
Quiere dormir un rato, como si quisiera volver a la vida siendo un viento que sopla del oeste para que esparza el oro que sale de su boca y que plasma su pluma, siendo ese el tesoro que ha regalado a la humanidad. Su ingente obra literaria.
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