El maestro de poetas Federico, dedicó a otros poetas sus poemas, este está dedicado a la poetisa Soledad “Solita” Salinas.
Habla de la salida del sol en un naranjal y para que rime bien le cambia la última sílaba “naranjel”.
Pudiera ser que fuera un amanecer en Sevilla ya que en esa ciudad abundan los naranjos.
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