“SEGUNDAS GRACIAS”
Por segunda vez voy a
proceder a mostrar mi agradecimiento, a otro de nuestros más ínclitos
personajes políticos de este sufrido país.
Hoy,
y muy efusivamente le quiero dar las “GRACIAS”
al Sr. Don Felipe González, Sr. Expresidente de nuestra piel de toro.
Le
doy las “GRACIAS” por sus, casi
catorce años gobernándonos, durante los cuales se cerraron multitud de
empresas, perdiendo el puesto de trabajo una ingente cantidad de trabajadores y
trabajadoras, viéndonos los trabajadores en la necesidad de hacer alguna que
otra huelga general, en pos de defender, nuestros derechos laborales y sociales
para que no se vieran pisoteados impunemente.
Quizás
los más jóvenes no lo recuerden, pero también le tengo que dar las “¡GRACIAS!” por su "acierto" al
reformar la ley que regula el derecho legítimo de todos los que pagamos
religiosamente nuestros impuestos que, puntualmente nos descuentan de nuestras
nóminas cada mes, reforma por la cual pasamos a necesitar un mínimo de QUINCE
años de cotización en vez de los DIEZ que se exigían hasta entonces, para tener
derecho a una mínima compensación económica al alcanzar la edad de jubilación.
En
este punto me va usted a permitir que haga un inciso para darle unas ¡VERDADERAS GRACIAS! a todo un
político/sindicalista y verdadero socialista con mayúscula, un socialista de los que no se
vendían.
¡GRACIAS,
Sr. NICOLAS REDONDO, que Descanse Usted en la Paz por la que tanto luchó!
Después
de este pequeño inciso, permítame que continúe expresándole mi más fervientes “¡GRACIAS!”, por sus acertados cambios
de parecer, cambios que, por lo visto son inherente a su personalidad,
aplicándolos usted según la conveniencia del momento que le es más favorable,
pasó usted del… “OTAN DE ENTRADA, NO”,
a defender a capa y espada la necesidad de la permanencia en esta estructura
militar, por ejemplo. Como sus cambios de opinión le han dado un resultado
excelente, no duda lo más mínimo y trata, por todos los medios a su alcance, que
le crea una vez más, y me propone, con toda la desfachatez de mundo, que se
debe permitir, el que, siga gobernando un partido de la más recalcitrante
derecha de este país. Merito este, que no es despreciable en absoluto, y que me
merece un respeto también absoluto, valga la redundancia, lo que ya no me merece
respeto alguno, es que, durante su tiempo de gobierno hayan proliferado los
casos de corrupción como los hongos con las primeras lluvias del otoño.
Si
ya esto de por si no fuera motivo suficiente sentir hacia este partido político
un rechazo total y absoluto, me veo en la necesidad de informarle, que es el
responsable, de que, los ciudadanos hayamos padecidos sus recortes
presupuestarios en materias tan imprescindibles como son la Sanidad, la
Educación u otras asistencias sociales.
Se
lo comunico, por si usted no estaba al tanto de estos hechos, algo que, por
otro lado, es completamente comprensible, pues tengo entendido que pasa usted
grandes temporadas, allende los mares, en unas ocasiones y en otras, en nuestro
vecino país, del que nos separa esa franja de mar que llamamos el Estrecho, disfrutando
en ambos sitios de su merecido y principesco retiro.
Debido
a lo expresado con anterioridad, permítame una vez más, decirle… “¡GRACIAS!”. Pero declino su amable ofrecimiento. En todo caso, pienso que me tendría que haber hecho la oferta antes de las
elecciones, así me hubiera ahorrado el trabajo de ir a votar, e incluso las
elecciones, pues como se dice en mi pueblo… “para ese viaje no necesito
alforja”.
Nos
podíamos haber ahorrado la ingente cantidad de dinero que nos ha costado el
tener que ir a las urnas en dos ocasiones, porque, para que sigan gobernando
los que han permitido una corrupción aun peor que la que se dio en su época de
gobernante, no hacía falta que se nos consultara nada a los casi CATORCE MILLONES de ciudadanos que
hemos expresado en las urnas, que no queremos un gobierno como el actual y
mucho menos presidido, por quien lo va a presidir.
¿Quiénes
somos nosotros, los casi CATORCE
MILLONES de analfabetos políticos, que no somos capaces de entender que
ustedes, sus opiniones y sus prebendas, deben prevalecer por encima de las
nuestras?, si no somos capaces de entender esto tan sencillo… ¿Por qué pedimos
respeto a nuestros votos? ¿Quién somos nosotros, vuelvo a repetir, para pedir y
desear un cambio de gobierno…?
Probablemente,
sea su solidaridad “socialista”, la que le lleve a pedir el indulto para sus
colegas los políticos actuales, por cuanto tengo entendido, que usted paso por
el mismo vía crucis en su momento, escenificados en los casos… “GUERRA”, “ROLDAN” o el de “FILESA”
e “IBERCORP”, de los cuales, como
no, se enteró usted por la prensa, ¡Como todos los españoles, vamos…!; y que le
costaron el tener que escuchar muchas veces aquello de… ¡VAYASE SR. GONZALEZ!, cantinela que si no recuerdo mal se la
repetía una y otra vez un dirigente del PP, o… ¿era de AP?, es que, como son
dos partidos tan distinto el uno del otro… no recuerdo bien a cuál de ellos
pertenecía él que tanto le machacó con el dichoso ¡VAYASE…!
Por
esta encomiable solidaridad “socialista”, también quiero darle la “¡GRACIAS!”, aunque me hubiera gustado
más que la hubiese expresado usted, por ejemplo, hacia los miles de personas
que han sido desalojados por la fuerza pública de sus hogares, personas que se
han visto desahuciadas por no poder hacer frente a la abusiva hipoteca que en
su día contrajeron con entidades plagadas de estafadores y vividores de todo
tipo y color político. O también, hacia los que encontraron el descanso eterno después
de haber engrosando una lista de espera interminable para recibir el
medicamento que le hubiera alargado su vida. O hacia aquellos otros, que cuyos
hijos han tenido que emigrar a tierras extrañas para poder ganarse el sustento
diario. Y como no, me hubiera gustado que su solidaridad “socialista” la
hubiese compartido con todos los que, padeciendo una dolencia que les obliga a
necesitar una atención especial por parte de otra persona, esperan inútilmente
a que se le reconozca el derecho a una ayuda económica con la que paliar un poco
sus necesidades.
Por
supuesto, Sr, Gonzales, cada uno puede manifestar su solidaridad, sea esta
socialista o no, hacia lo que crea más oportuno, la mía se decanta, hacia las
personas que he enumerado en el párrafo anterior, ¡qué le voy hacer…!, ¡no doy para
más…!; sin embargo, usted sí que creo, que sabe muy bien hacia donde debe
dirigir su solidaridad, en mi opinión, la dirige usted, de lleno y por entero
hacia esos Consejos de Administración que tan generosamente le compensan por
–según usted—aburrirse en el transcurso de ellos.
Bueno
Sr. González, a modo de despedida quiero brindarle mi humilde consejo, por si
tiene a bien tomarlo si cree que puede serle útil… ¡CALLESE, SR. GONZALEZ!
Sin
más por ahora… Reciba mi más cordial saludo.
Pera Herrera
Fecha 23/10/2016
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