ANÉCDOTA
DE LA ZURRAPA DE LOMO
Esto ocurrió hace tiempo en el taller donde
trabaja. Siempre que he ido de vacaciones, a mi pueblo, al volver me he traído alguna
tarrina de zurrapa de lomo, porque no es que me gusta... ¡Es que me pirra...!.
En los talleres de por aquí entre las nueve y las diez de la mañana se hace un
alto para "anem a esmurzar"
(ir a almorzar)-a la comida del
medio día se le llama "dinar"-
así que todos llevamos nuestro buen "bocata"
del que dábamos cuenta durante esos momentos.
Yo, mientras tenia zurrapa, día sí
día no y el de en medio también, llevaba mi buena barra de pan bien untada de
zurrapa.
La primera vez que los compañeros vieron mi "bocata" de zurrapa me miraron extrañados puesto que no
sabían qué clase de comida era aquella, dándole yo la correspondiente
explicación, e invitándolos a degustarla, les agrado a unos más que a otros.
Solíamos hacer asistencias técnicas a otras
empresas que requerían nuestros servicios, circulaban unas furgonetas de
alquiler de una casa llamada Ruzafa. Un día al desplazarnos para realizar una
asistencia, nos topamos por la carretera con una de esas furgonetas, al verla, mi compañero grito con énfasis: ¡Pedro, Pedro!, ¡mira por donde va tu bocadillo
de Ruzafa!
Así fue como
por arte de mi compañero, mi almuerzo se convirtió en furgoneta. Menos mal que
en vez de ser de "Ruzafa", era de zurrapa y pude deleitarme con él
mientras me lo zampaba entero. Bueno es un poco de rollo, pero en su momento
para mi tuvo su gracia.
Autor: P. H.
Los recuerdos nos mantienen unidos a nuestro pasado, y ese recuerdo es un buen rollo. Saludos
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