martes, 27 de septiembre de 2016

Pena, Nostalgia y Rabia



PENA, NOSTALGIA Y RABIA



 PENA. - Da pena ver y escuchar a los políticos de hoy en días… ¡¡A todos los políticos!!; Que rigen o quieren regir los destinos de este viejo país en el que vivimos y por extensión el de todos cuantos en él habitamos.

A unos, da pena escucharlos, porque se llenan la boca de patriotismo pero no lo demuestran con hechos, ni con ningún sacrifico de tipo alguno, siguen aferrándose a sus sillones como si el mejor y más homologado soldador los hubieran soldado a él, y le exigen a los demás lo que ello no están dispuestos a hacer.

Otros predican a grito pelado lo que, según ellos, se debe hacer para regenerar la tan deteriorada vida política de este país, y por ente, regenerar también la vida de sus habitantes, hablan de progreso, de salvar a la gente… etc. etc. etc.

Pero cuando les surge la ocasión de llevar eso a la práctica, se les llena la boca de cal viva, enterrando con ella la posibilidad de realizar lo que con tanto ahínco predican.

También dan un poco de pena, los que intentan a toda costa poner remedio a la situación a la que nos han llevado, de una forma u otra los restantes actores de esta comedia, que amenaza con convertirse en una tragicomedia que lamentaríamos todos y muy especialmente los que pertenecemos al pueblo simple y llano.

Estos últimos, infunden pena, porque, aunque lo intentan de mil maneras, sin el menor atisbo de éxito, nadie les reconoce sus esfuerzos que se vuelven inexorablemente contra ellos, algo que resulta incompresible, estos son casi dignos de admirar por su tesón y su empeño.

Pena, verdadera pena da, el ver como el partido de los “Cien años de honradez” se ha convertido en una marioneta por mor de sus dirigentes tanto antiguos como modernos.

Siempre he sentido, porque así lo predicaban, que era un partido de izquierda, y ahora muchos de sus dirigentes se desgañitan gritando que hay que apoyar a un partido de derecha.

Da pena, mucha pena, escuchar a exdirigentes y dirigentes en activo de este partido que se tiene facilitar el que sigan gobernando los que nos han llevado a la situación de corrupción generalizada que asola a nuestro país.  


 NOSTALGIA. - Se siente nostalgia, de aquellos políticos que hacían verdadera y sana política, que no es otra, que la se lleva a cabo pensando en el beneficio del mayor número de personas posible. Políticos con mayúsculas, de un signo o de otro, que debatían y defendían sus ideales con consistentes argumentos.

Políticos de la talla de, por ejemplo: Ernets Lluchs, Gregorio Peces Barba, Marcelino Camacho, Nicolás Redondo, Don Enrique Tierno Galván (“El Viejo Profesor”), Santiago Carrillo, Miguel Herrero de Muñón, y… ¿Por qué no?; el Sr. Fraga Iribarne, estos y tantos otros que a pesar de sus diferencias ideológicas, eran capaces de sentarse en torno a una mesa y sacrificar parte de su ideario, para conseguir que sus compatriotas - (que somos nosotros) – llegáramos a disfrutar de un nivel de bienestar hasta entonces desconocido en nuestro país. Políticos que no iban de corrillo en corrillo vociferando por los platós de televisión ni estudios radiofónicos tirándose atraves de ellos sus miserias los uno a los otro.

Yo siempre he escuchado decir que… “los trapos sucios se lavaban en casa”. 


RABIA. – Te entra rabia, al escuchar a personajes que lo han sido todo en política, y en sus partidos, decir que se tiene que permitir que sigan haciendo de las suyas, a los que han arruinado el estado de bienestar por el que tanto se ha luchado en este país.

Se siente vergüenza ajena, al escuchar a personajes importantes de su partido decir que abandoran el partido que les ha dado todo, si su secretario general intenta que los que nos han llevado a esta situación de miseria que vivimos se vean obligados a saltar de sus sillones.

¿Sera que temen perder su privilegiada posición en consejos de administraciones y otras cosas por el estilo, donde parece ser que se aburren, pero donde cobran principescos sueldos?; Otros… ¿se habrán equivocado de partido?; Esto últimos… ¿No se sentirían más a cómodos militando en el partido para el que claman el apoyo?;

Da rabia, que dirigente que presumen de fortaleza porque sus conciudadanos le otorgaron su confianza, solo sean capaces de eso, de presumir, y si embargo no sean capaces de solucionar los problemas que acucian a los que tan generosamente le otorgaron su confianza, y encima pretenden gobernar a todos los españoles… Como se suele decir… ¡¡Que Dios nos pille confesados…!!

Por estas cosas y otras muchas que me dejo en el tintero es por lo que, a día de hoy siento… PENA, NOSTALGIA Y RABIA.

PERA H.

27/09/2016

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