miércoles, 27 de septiembre de 2017

Chopo Viejo



LORCA Y LA LUNA (6º POEMA)


¡Chopo viejo!

Has caído

en el espejo

del remanso dormido,

abatiendo tu frente

ante el Poniente.

No fue el vendaval ronco

el que rompió tu tronco,

ni fue el hachazo grave

del leñador, que sabe

has de volver

a nacer. 

Fue tu espíritu fuerte

el que llamo a la muerte,

al hallarse sin nidos, olvidado

de los chopos infantes del prado.

Fue que estabas sediento

de pensamiento,

y tu enorme cabeza centenaria,

solitaria,

escucha los lejanos

cantos de tus hermanos.  

En tu cuerpo guardabas

las lavas

de tu pasión

y en tu corazón,

el semen sin futuro de Pegaso.

La terrible simiente

de un amor inocente

por el sol del ocaso.

¡Qué amargura tan honda

para el paisaje,

el héroe de la fronda

sin ramaje!  

Ya no será la cuna

de la luna,

ni la mágica risa

de la brisa,

ni el bastón de un lucero caballero.

No tornará la primavera

de tu vida,

ni verás la sementera

florecida.

Serás nidal de ranas

y de hormigas. 

Tendrás por verdes canas

las ortigas,

y un día la corriente

llevará tu corteza

con tristeza. 

¡Chopo viejo!

Has caído

en el espejo

del remanso dormido.

Yo te vi descender

en el atardecer

y escribo tu elegía,

que es la mía.

Poema de F. G. L. ilustrado con fotos de Ildefonso D. M. 






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