lunes, 20 de abril de 2020

LLANTO POR IGNACIO SÁNCHEZ MEJÍAS IV





Este es el último poema, de una serie de cuatro, en el que el maestro de poetas Federico García Lorca, llora por la muerte de su amigo Ignacio, delante de su tumba, donde reposaran para siempre sus restos, mientras su alma se ausenta hacia el cielo infinito de la gloria donde no la conoce nadie.

Pero el poeta continúa cantándole a su amigo por su arte, sus virtudes y su amistad.

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