El maestro de poetas Federico, cuenta en este poema, las tribulaciones de una mujer soltera mientras escucha la misa, ya que su enamorado la mira con tal insistencia que a ella le parece la mirada de un toro a punto de envestirla su azoramiento es tan fuerte que se la saltan las lágrimas que caen sobre su rosario y parece que de este sale agua.
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