viernes, 21 de octubre de 2016

Primeras Gracias


“PRIMERAS GRACIAS”

Me he propuesto dar las “GRACIAS” a algunos, de nuestros más ínclitos compatriotas que, con tanta abnegación y sacrificio se dedican a resolvernos – o al menos eso dicen ellos – los problemas y sin sabores a los que nos somete nuestra – también, según ellos- placida vida.

En primer lugar, como no podía ser de otra manera, quiero darle las “GRACIAS”, a nuestro Sr. Presidente, DON MARIANO RAJOY,--que, aunque este en funciones, algo que creo que va a ser por poco tiempo --estoy seguro que sigue trabajando incansablemente por aumentar nuestro nivel de bienestar.

Me llegan informaciones, atraves de distintos medios de comunicación, de los ímprobos esfuerzos que está realizando para, en un futuro, no muy lejano, reducir a la mitad las pensiones que reciben del Estado, las personas que, han llegado a una edad en la que ya les toca un merecido descanso, después de haber pasado toda su vida contribuyendo con su trabajo en forma de impuestos, con el fin de acceder, al legítimo derecho de tener una compensación económica, por todo lo aportado al susodicho Estado, durante toda una larga vida laboral.

Esta ímproba tarea es digna de elogio, por eso este es el primer motivo, que encuentro por el que, me atrevo a darle las “GRACIAS” Sr. Presidente.

Continúo dándole las “GRACIAS”, Sr. Presidente, por haber conseguido con su gestión, hipotecar el futuro de nuestros compatriotas de generaciones venideras, con motivo de su ingente inyección económica, a entidades, cuyo modelo de gestión se basaba en la corrupción más miserable y asquerosa.

Como no darle las “GRACIAS”, por el no menos, ingente trabajo en pos de esa reducción del dinero que tan vilmente se empleaba en tiempos pasados, en mejorar la Asistencia Sanitaria, a todos aquellos compatriotas que tenían la “suerte” de contraer alguna enfermedad. El Estado, no puede dedicarse a remediar los males de estos enfermos, puesto que, si así lo hiciera, este Estado no sería sostenible.

Por lo tanto, que mejor solución que dejar que estos compatriotas emprendan el viaje a la eternidad donde encontraran el descanso merecido y al mismo tiempo, seguirán contribuyendo de alguna forma, a la sostenibilidad de este Estado Patriótico por el que usted tan abnegada y desinteresadamente trabaja a diario.

De nuevo me veo, en la necesidad, de reiterarle mi más expresivas “GRACIAS”, por incrementar-- no sé muy bien en que—el gasto general de nuestro país, hasta alcanzar casi la totalidad del valor de los bienes que producimos, con lo cual, como dicen en mi pueblo… “saldremos lo comido por lo servido”—es que, allí somos un poco brutos, mire usted…

 Ahora acabo de darme cuenta –perdóneme, es que soy un poco lento de reflejos económicos --del porque se deben de aminorar en un alto porcentaje los gastos dedicados a Sanidad, Educación, Prestaciones por Dependencia, Pensiones de Jubilación, Becas Universitarias, Prestaciones por Desempleo, y otras menudencias sociales por el estilo, máxime, teniendo en cuenta que hemos garantizar las correspondientes prestaciones económicas, a usted y a todos sus compañeros de correrías políticas, con indemnizaciones y pensiones vitalicias del más alto nivel por sus ocho años de ¿arduo…? Trabajo.

Mientras que, a cualquier otro de sus compatriotas, se le exigen un mínimo treinta y cinco años de cotización, para tener derecho a recibir una compensación económica, que en el mejor de los casos suele ser de un nivel medio.     

No debo olvidarme de darle la “GRACIAS”,  por haber gastado, durante el tiempo que lleva gobernándonos, en casi su totalidad, el ahorro que miles y miles de sus compatriotas habíamos acumulado, para tener garantizado, nuestro sustento el día en que no pudiéramos ganárnoslo.
Por haber perdido gran parte de nuestras facultades físicas, para ganarlo con nuestras propias manos, tal y como lo hemos hecho siempre.     

Por supuesto, debo de darle las “GRACIAS”, Sr. Presidente, por esa amnistía fiscal, mediante la cual, le ha permitido usted, a los que en su momento escamotearon parte de los impuestos con los que deberían de haber contribuido al mantenimiento de esta sociedad que llamamos Estado, que le quedaran perdonadas las deudas que no saldaron en su momento.

Sr. Presidente, tengo muchos más motivos por los que estarle “MUY AGRADECIDO” ,  y no solo yo…; supongo que habrá otros compatriotas que  también se lo estarán, sobre todos, aquellos que, han aprovechado para lucrarse con negocios de dudosa legalidad financiados con el dinero de todos los que sí hemos pagado religiosamente nuestros impuesto.

Claro que, a lo mejor, es un poco exagerado pensar, que alguien, se haya podido lucrar con el dinero, destinado para lograr el bien común de todos los españoles, lo más probable es que, “todo sea falso, salvo algunas cosas”.

Ya termino, Sr. Presidente, pues de lo contrario, esta carta de agradecimiento, podría no tener fin, no obstante, no se ufane usted mucho de mi agradecimiento, ya que este, le puedo asegurar que, no lo tiene usted en exclusiva, si no, que lo repartiré con otros colegas suyos que me merecen el mismo agradecimiento, que el que siento por usted.

Quedando siempre a su disposición, reciba mi más cordial saludo.

Pera Herrera

Fecha: 10/2016


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