lunes, 16 de enero de 2017

Lealtad y Respeto


LEALTAD y RESPETO

(CARTA ABIERTA AL SR. JAVIER FERNÁNDEZ)



BARCELONA  16/01/2017



Muy Sr. Mío:



En primer lugar, permítame enviarle mi más cordial saludo, permítame también que le exponga el motivo por el cual me dirijo a Ud.

Dicho motivo es reflexionar, sobre sus gentiles palabras pronunciadas durante la reunión que ha mantenido Ud.  con sus compañeros de partido recientemente, de las que se han hecho eco la mayoría de medios de difusión de nuestro país incluso en las redes sociales, en formato PDF.

 Afirma Ud.  que es de los que creen que los problemas políticos se dividen en dos: Los que les preocupan a Uds. -a los políticos y su entorno mediático- y los que preocupan a la gente en general.

Debe de ser, por eso, por lo que se han preocupado Uds.  más por los primeros que por los segundos. Solo así se en tiende, que problemas tan acuciantes como, por ejemplo, las largas listas de espera para ser atendido de una enfermedad, sigan siendo tan enormes, u otras no menos acuciantes como la de las personas mayores de cincuenta años, que pierden su puesto de trabajo, y no ven salida a su situación laboral solo le cito dos de los muchos problemas, que sufrimos, los que no tenemos ni tendremos, el honor de ocupar puesto político alguno.

Bajo mi punto de vista, creo que debería ser los segundos los que prevalecieran sobre los primeros, no en vano, somos la gente común y corriente, los que cada cierto tiempo decidimos con nuestros votos quienes suben y quienes bajan, claro que, puede ser esto lo que más le preocupe a Ud.  y a su entorno, la posibilidad de que les bajemos del pedestal, al que tanto les ha costado subir. 

Nos dice, que tiene Ud.  dos convicciones: Una, “Tiene que ver con la lealtad- transcribo sus palabras- y otra, que están en la oposición.

Tiene Ud.  toda la razón, en primer lugar, se ha de ser leal con uno mismo, con sus principios, con sus ideas y con la palabra dada. Pues mire, en eso coincidimos plenamente.

Ni más ni menos, eso es lo que hizo su predecesor en el cargo, mantenerse fiel a sus principios, a sus ideas  y a la palabra dada a sus votantes, a la mayoría de los votantes de los que Uds.  se acuerdan cada cierto tiempo y de los que, se olvidan al día siguiente de haber terminado la campaña electoral, los que ejercemos nuestro legítimo derecho a decidir, quien sube, quien baja y quien es quien en eso de la política.

Me voy a permitir recordarle que casi quince millones de compatriotas suyos- de un signo o de otro- decidimos, que no queríamos seguir siendo gobernados por una recua de corruptos y mucho menos por su jefe.

Esa lealtad Sr, Fernández, es la que echamos a faltar, esa lealtad que Ud.  reclama, es la que debían de haber tenido presente todos cuantos maniobraron para saltársela a la torera.

En cuanto a su segunda convicción, la comparto en su totalidad, es cierto, están Uds.  en la oposición, pero es una oposición, en la que. a poco se pueden oponer, puesto que si tenían Uds.  alguna fuerza, para ejercerla, la han perdido en el mismo momento que miraban para otro lado, con el fin, de permitir que sus antagonistas siguieran ostentando el poder. 

Por otro lado, afirma Ud.  que no le cabe la menor duda de que unidos volverán a gobernar, pues a mí sí me cabe  esa duda, dudo mucho que Uds.  lo vuelvan a hacer en mucho tiempo, creo que antes deberán reflexionar profundamente sobre muchas cosas, una de ellas, lo que supone ser leal, que me parece que no la tienen muy bien definida.

Habla Ud.  del derecho a ser escuchado y de la libertad de opinión, coincidimos una vez más Sr. Fernández.

Haciendo uso de este derecho a ser escuchado y utilizando mi libertad de opinión, es por lo que, me tomo la licencia de dirigirle estas palabras, mientras que, al mismo tiempo me acuerdo de todos los militantes de su partido, a los que el anterior líder quería escuchar, para saber su opinión sobre los acontecimientos que se desarrollaron meses atrás en nuestro país, algo que una mayoría de dirigente y compañeros suyos no le permitieron, por eso escucharle hablar de estos derechos, como mínimo me sorprende. Pienso que esos militantes, - yo no lo soy, aunque simpatizo con ellos- tienen el mismo derecho a ser consultado y a expresar su opinión como cualquier dirigente o exdirigente.

Comenta Ud.  que se han de medir las palabras, mire Ud. lo que realmente se han de medir y milimétricamente, son los hechos, y estos por parte de su partido, últimamente, dejan mucho que desear, al menos desde mi punto de vista.

Pone Ud.  dos condiciones, para poder hablar, no hacerlo en nombre de la verdad y no mentir; Pues siento discrepar con Ud.  -en algo debería hacerlo, ¿no…? - creo que se debe de hablar con la verdad por delante y en nombre de ella, para mí, quienes hablan empleando subterfugios para enmascararla, no me merecen la más mínima consideración o respeto.

Es cierto, no se debe mentir, en eso estamos de acuerdo totalmente, pues ,eso es lo que han hecho, por activa y por pasiva, muchos de los dirigentes y exdirigentes de su partido, mentir a los que le otorgaron su confianza en forma de votos, para que entre todos pudiéramos recuperar el estado del bienestar, por el que tanto hemos luchado y por el que tantos verdaderos socialistas de corazón se sacrificaron. Nos han mentido Uds. cuando ni han intentado, ni han permitido, que se intentara desalojar del poder a la panda de corruptos que han destruido y siguen destruyendo, todos los derechos que con tanto esfuerzo habíamos conseguido.

Nos habla Ud.  de historia, reprochando como algo anómalo, el que un partido, que ha sido seña de identidad para mucha gente, renuncie a los que los construyeron, es cierto no se deben de olvidar a las personas que han contribuido a hacer grande y honesta a una organización tan importante. ¡Qué quiere que le diga…!; Eso es lo que precisamente han hecho Uds.  olvidarse de su historia y de quienes la escribieron, ¿Qué pensarían, por ejemplo: los Sres. Pablo Castellano, Ernets Lluchs, Nicolás Redondo, el Sr. Peces Barbas, o el “Viejo Profesor” al ver como con vuestro consentimiento sigue ostentando el poder la derecha más recalcitrante?

  Esos y muchos otros personajes anónimos, pero no por ello, menos luchadores e importantes y a la historia que ellos representan,es a lo que han renunciado y proscrito Uds.

En fin, Sr. Fernández, podría seguir dando contestación a cada uno de los puntos de su discurso, pero entonces esta carta sería tan larga e infumable como él, yo también voy a terminar pidiendo respeto.

Respeto para esos miles de votantes, a los que Uds.  han engañado y usurpado su voto, respeto para sus compañeros que no quisieron secundaron la mentira y la falta de lealtad a la que Uds. querían se sometieran.

Sin más, por ahora, quedando a su entera disposición, me despido de Ud.  reiterándole mi más cordial saludo.

                                                                              Pera H.

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