jueves, 6 de diciembre de 2018


ELECCIONES ANDALUZAS 2 D

CARTA ABIERTA A MI TOCAYO SÁNCHEZ PRESIDENTE DEL GOBIERNO

Barcelona 6/12/2018



 Hola presidente, hola tocayo, permíteme que me dirija a ti con tanta familiaridad, me he tomado esa liberad por el hecho de que tenemos el mismo nombre y por qué aprecio tu hazaña de haber sido capaz de resucitar de entre los muertos políticamente, hecho este, que parecía inaudito si tenemos en cuenta la forma tan vil con que se materializó tu asesinato político en fechas no muy lejanas.

 Si esta familiaridad y el tuteo con que me dirijo a ti no es de tu agrado, te pido disculpas por anticipado, tomaré nota y en las próximas misivas te daré un tratamiento mas respetuoso y acorde con el cargo que ostentas.

Tocayo, fuiste capaz con tu comportamiento honesto y cabal, de ilusionar a miles de socialistas, unos de militancia y carné, otros, de corazón a la izquierda y sangre roja, ¿Qué culpa se tiene de eso nadie, si ya se nace con ambas cosas así?

Tocayo, yo, que me tengo por una persona tranquila y serena, que no se altera con facilidad, mira tú por donde, durante estos días, mi corazón está muy alterado y mi sangre caliente.

No cal que te preguntes porqué, pues te lo voy a explicar lo mas concisamente que sea capaz. 

Tocayo, este estado de ánimo, tan ajeno a mi persona, viene motivado, ni más ni menos, que por el horrendo resultado de las elecciones que han tenido lugar en mi patria chica el pasado domingo dos de diciembre.

Tocayo, ¿Cómo es posible que este hecho tan horrendo haya pasado? ¿Cómo es posible que se haya diluido, cual azucarillo, ese enorme capital de ilusión que fuiste capaz de levantar en todos los corazones socialistas?

¿Por qué ha vuelto a cundir el desanimo entre los socialistas de corazón a la izquierda y sangre roja?

¿Cuál ha sido el motivo por el cual, una mayoría de electores le han dado la espalda a un hecho de tanta importancia, como es la elección de todos los que nos tienen que representar para buscar soluciones a nuestros problemas diarios?

Tocayo, ¿Se pensaban los candidatos que ha presentado tu partido que iban a ganar sin bajar del autocar? Como decía un famoso entrenador de futbol de los años cincuenta.

O quizás, ¿Se pensaban que los electores somos unos ilusos con los que se puede jugar como si fuéramos pelotillas de ping pong, que se pueden tirar de un lado a otro de la red dándole raquetazos cada vez más fuerte?

Tocayo, en resumen, ¿Qué ha pasado? No me lo puedo explicar, haber si tu que ere una persona con más entendimiento que yo, me pudieras sacar de este aturdimiento, que hace que no vea con claridad el futuro que nos aguarda, no a mí, -yo ya tengo mi carrera hecha y casi finiquitada-, sino a mis descendientes y a tanta buena gente que llena este hermoso país.

Tocayo, te estuve viendo y escuchando cuando viniste a la Fabrat i Coats más que mirarte a ti, miraba las caras y los ojos de los asistentes, en todas había una expresión de esperanza y en todos los ojos brillaba la emoción ¡La alegría y la emoción del cambio que tu representabas!

Tocayo, si es cierto y no puedo por menos que reconocer que has movido muchas cosas, lo cual es de agradecer, también es cierto que la tarea que tenias y tienes por delante es ingente, pero una vez puesta la cubierta del edificio, hay que dedicar algo de tiempo y medios a limpiar el escombro del interior, pues si no se hace, no puedes terminar la obra en el tiempo previsto y con la calidad desea.

Tocayo, a mi pobre entender creo que te precipitaste, al querer terminar la ciudad ante de haber acabado tu edificio y si ya es muy difícil hacer un buen edificio, huelgo decirte, lo difícil que será el construir una buena ciudad.

Tocayo, como muy bien dice el refrán, el que mucho abarca poco aprieta pues eso creo que te ha pasado a ti, has querido solucionas muchos problemas de golpe y estás desbordado por los acontecimientos, no dudo ni por un momento de tus buenas intenciones, pero para librar esa lucha te has revestido con una armadura tan desastrosa, que no te sirve en absoluto para evitar los sablazos que te dan día sí, día no y el de en medio también.

Tocayo, me tomo el atrevimiento de decirte que con esos mimbres que tienes, tu canasto va a nacer con el culo podrido, por más que te guardes los mejores mimbres para que el borde y el asa te salgan bonitos, el canasto no te va a servir para nada, lo único que vas a conseguir, es quedarte sin higos y con la higuera vacía y los pocos que queden en ella o estarán verdes o podridos por haberlos picoteados los pájaros.

Tocayo, de verdad que no te entiendo, supongo que tu forma de actuar se debe a alguna estrategia que solo tu conoces, tu y tus colaboradores más cercanos, quiero pensar que es eso, pues como te digo, no se comprende tu actitud, ni yo y a la vista de los resultados de estas elecciones, ni la mayoría de los votantes socialista que han obstado por quedarse en su casa, antes de ir a renovar su confianza en el partido socialista.

Tocayo, permíteme para terminar, que te haga un par o tres de sugerencias, a ver si son de tú agrado.

1ª) Apóyate en el mismo pilar que te apoyaste cuando decidiste resucitar de entre los muertos políticos, no te de miedo, ese pilar está anclado a mucha profundidad y tiene tal envergadura que es imposible moverlo o arrancarlo y el que lo intente está condenado al fracaso.

2ª) Haz valer tu fuerza, que es mucha y muy abundante, esa fuerza que te aupó al olimpo de los Dioses socialistas, a pesar del empuje de los diablos que campan a sus anchas en el universo socialista español.

3ª) No tengas miedo, se fuerte, no temas romper algún jarrón chino de los muchos que tienes a tu alrededor, que los jarrones quedan bien para lucirlos en estanterías barrocas, pero si tienes tantos y las estanterías están tan llenas, que te impiden darte la vuelta, pues no pasa nada, si al quitarles el polvo con el plumero, con el codo, tocas alguno sin querer y al caer al suelo se hace añico, créeme es mejor tener pocos y  relucientes, que muchos sucios.

4ª) Haz una profunda limpieza, abre puertas y ventanas, que entre le aire fresco y se ventila la casa, de norte a sur, de este a oeste y de arriba abajo, deshazte de la mochila que llevas llena de cosas obsoletas, llénala de nuevo con ideas, cerebros y personas nuevas y aparta a quienes se han apoltronado en sus cómodos sillones y ya verás como el resultado será satisfactorio para todos.

Y, por último, ya sé que tú eres como el junco, que se curva para resistir el vendaval, sin embargo, hay otras ocasiones que hay que ser firme como la roca dura, que doma y resiste los embates de las rabiosas olas sin moverse ni un ápice de su sitio.

Tocayo, ya no te canso más con mis tribulaciones, muchas gracias por tolerar el haber abusado de tu paciencia y tu tiempo y si te has sentido molesto u ofendido por algo de lo que te he dicho, te aclaro que nada más lejos de mi intención de que ello sucediera, por lo que te pido mil perdones.

Sin más, recibe mi más cordial saludo, quedando a tu entera disposición.



Pera H.


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